Cada quien como le parezca
Por Walter Turnbull (QDEP) La reciente crisis por la epidemia de influenza revivió en mi memoria una excelente conferencia escuchada en un cassette que me prestaron. Planteaba el conferencista que si aquel exitoso conductor, que aquí llamaremos “periodista X” (hablaba de un famoso periodista gringo, no busquen parecidos en el canal de las botellas), famoso líder de opinión, anunciara que había una epidemia de sarampión pero que podíamos estar tranquilos porque cada quien la podía tratar como le pareciera (con un agua de borraja, con un antiviral, con un mantra, con una limpia, con agua y limón, con una cuenta en el banco, con actividad sexual, etc.) merecería que le pusieran una fuerte multa, le retirarían la licencia de locutor o incluso lo meterían a la cárcel por irresponsabilidad profesional. Esto era una ocurrencia, un ejemplo. Pero he aquí que resultaba que en la vida real, ese mismo periodista que el conferencista mencionaba, unas semanas antes había dicho que cada quien p