Entradas

Mostrando las entradas de noviembre, 2018

Cristo Rey ¡Tú reinarás!

Imagen
Cristo Rey ¡Tú reinarás! Por Walter Turnbull (Descanse en paz) Habiéndole preguntado los fariseos cuándo llegaría el Reino de Dios, les respondió: «El Reino de Dios viene sin dejarse sentir. Y no dirán: "Vedlo aquí o allá", porque el Reino de Dios ya está entre vosotros.» Dijo a sus discípulos: «Días vendrán en que desearéis ver uno solo de los días del Hijo del hombre, y no lo veréis. Y os dirán: "Vedlo aquí, vedlo allá." No vayáis, ni corráis detrás. Porque, como relámpago fulgurante que brilla de un extremo a otro del cielo, así será el Hijo del hombre en su Día. Pero, antes, le es preciso padecer mucho y ser reprobado por esta generación .(Lucas 17, 20-25) Celebramos la fiesta de Cristo Rey. Hermoso Misterio. Cristo, con todo su poder y su justicia, gobernando al mundo, en vez de tantos malandrines que lo han gobernado tan mal durante tanto tiempo. Al fin la paz, el progreso, la justicia, el bienestar. Por algo esta imagen ha incendiado los ánimo

¿Odiar la vida? ¡Ah, caray!

Imagen
¿Odiar la vida? ¡Ah, caray! Por Walter Turnbull (Descanse en paz) Igual que los griegos de aquel entonces, de los tiempos de Cristo y de Pablo, herederos de los grandes filósofos, maestros del racionalismo, a quienes la cruz de Cristo les parecía un escándalo porque enaltecía el sufrimiento, los hombres de hoy descalificamos el sufrimiento y el sacrificio y aceptamos el placer como único fin de la vida, pensando que podemos alcanzar la felicidad completa en este mundo a fuerza de placeres. En la liturgia de la Cuaresma escuchamos de Jesús una frase desconcertante, escandalosa —pensarían los griegos—, que nos cuestiona... «El que ama su vida, la pierde; y el que odia su vida en este mundo, la guardará para una vida eterna. » (Juan 12, 25) . Desconcertante afirmación: ¡JAH! ¿Qué no se supone que deberíamos amarnos a nosotros mismos, y que la vida es un don de Dios? ¿Qué no es la vida lo   único realmente valioso que tenemos? ¿Podemos realmente despreciarla, odiarla?   ¿Será posib

Ante la agonía, por Walter Turnbull

Imagen
Ante la agonía Por Walter Turnbull Aunque la muerte es el más inevitable fenómeno de la vida humana, su llegada siempre desconcierta, altera, incomoda. Diría yo que existen básicamente cuatro formas de morir: en pecado y de golpe, en pecado y lentamente, en gracia y de golpe, y en gracia y lentamente. Para un auténtico ateo —si es que existen— lo ideal sería morir de golpe después de una vida de placer y diversión.   Para un creyente sería la peor.   Que Dios nos libre de una muerte repentina, rezan viejas oraciones de la Iglesia.   Grave , gravísima cosa sería estar en pecado y ser sorprendido por la muerte sin tener tiempo para arrepentirse.   Ya he comentado yo alguna vez que en algunos casos un sida, o cualquier otra molestia antes de morir, puede ser una bendición. En términos prácticos, lo mejor que nos podía ocurrir —salvo la tremenda sorpresa que se llevan los allegados— sería estar en gracia de Dios y morir en un instante.   Sin avisar, sin esperarla, sin se